La respuesta es NO. Los antigripales son medicamentos que nos ayudan a minimizar o eliminar los síntomas causados por la gripe o el catarro. Los antibióticos NO SON EFECTIVOS EN LA GRIPE Y EL RESFRIADO.
Por ello es muy importante que conozcas qué son los antigripales, cómo pueden ayudarte y sobre todo que aprendas a diferenciarlos.
Son medicamentos, y como tal requieren del consejo de un profesional, ya que aunque no necesiten receta para poder comprarlos, pueden existir posibles contraindicaciones, según su caso o interacciones con su medicación habitual.
Déjese aconsejar por su farmacéutico, quien después de realizarle unas preguntas, podría darle una recomendación particular para su caso concreto.
¿QUE PUEDE LLEVAR UN ANTIGRIPAL?
Analgésicos y antipiréticos: disminuyen la fiebre, alivian el dolor y la sensación de malestar.
PARACETAMOL
IBUPROFENO
AAS
Descongestivos Sistémicos: a diferencia de los descongestivos tópicos estos no producen irritación, ni efecto rebote.
PSEUDOEFEDRINA
FENILEFRINA
Antihistamínicos: Actúan sobre síntomas como estornudos, lagrimeo y secreción nasal.
CLORFENAMINA
BROMFENIRAMINA
Antitusígenos: Actúan sobre la tos seca. Cabe destacar que la tos, es un mecanismo de defensa muy importante que no debería ser sistemáticamente suprimida, ya que está destinada a eliminar obstrucciones o sustancias extrañas de las vías respiratorias
DEXTROMETORFANO
OTROS:
CAFEÍNA: Disminuye la somnolencia que puede ocasionar los antihistamínicos y además acelera la absición del analgésico
VITAMINA C: Contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmune.
Además no olvides el TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO; que te ayuda a sentirte mejor.
Evitar el consumo de tabaco.
Humidificar el ambiente.
Evitar los locales cerrados mal ventilados.
Evitar los cambios bruscos de temperatura.
Reposo relativo. No es conveniente que el paciente encamado se tape excesivamente.¡
Aislamiento del paciente, sobre todo de tipo aéreo; es decir, evitar acercarse a otras personas y no acudir al trabajo, escuela y otros lugares públicos.
Cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser.
Lavarse con frecuencia las manos.
Utilizar pañuelos desechables.
No frotarse los ojos con las manos.
Para aliviar la congestión realizar vahos con vapor de agua durante cortos períodos de tiempo.
Para aliviar las molestias de garganta: hacer gargarismos a base de agua con sal y chupar caramelos de malvavisco, miel, limón, etc.
Usar gotas de agua salada en la nariz, para suavizar la mucosidad y humedecer la delicada piel de la nariz.
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